PLAZA PINTO

La Plaza Pinto, conocida popularmente como “Plaza del Tío de la Tiza”, se sitúa en el corazón del Barrio de la Viña, barrio que comenzó a construirse a principios del siglo XVIII sobre los huertos y viñas del cerero Juan López de Malabar, dando así lugar a una nueva zona urbanizada que fue poblándose por pescadores, trabajadores de la fábrica de cerería y familias que llegaron a la ciudad gracias al auge del comercio con América, por lo que este nuevo barrio pasó a ser conocido como “Barrio del Nuevo Mundo”.

Esta plaza, que recibió su nombre por el dueño de una casa de vecinos que allí se ubicaba, es realmente un ensanche entre las Calles Pastora y Hermano Ignacio, formando una plazuela de pequeñas dimensiones con edificios de fachadas sencillas y dos o tres plantas de altura, los cuales cuentan en su mayoría con bares y restaurantes en sus plantas bajas que instalan sus terrazas en la plaza, ya que no cuenta con aceras puesto que se encuentra dentro en una zona esencialmente peatonal.

En estos restaurantes pueden degustarse platos típicos de la cocina gaditana, especialmente aliños y pescados, destacando las caballas asadas con piriñaca (ensalada de tomates, pimientos verdes y cebollas aliñadas con aceite y vinagre).

En la fachada de uno de los edificios puede verse un retablo cerámico dedicado a la Virgen de las Penas, imagen perteneciente a la Archicofradía de la Palma, inaugurado el 15 de enero de 1967 y cuya iglesia se ubica a pocos metros de este lugar. También pueden encontrarse en toda la plaza carteles de madera de aspecto antiguo que rotulan los nombres de los establecimientos que allí existieron y decenas de macetas con geranios que le proporcionan un colorido singular.

La plaza es también conocida popularmente como Plaza del Tío de la Tiza en homenaje a Antonio Rodríguez Martínez (Cádiz, 24 de diciembre de 1861 – Sevilla, 19 de agosto de 1912), contertulio y presidente del Círculo Modernista e importante y reconocido personaje del carnaval gaditano, el cual recibió su apodo por su costumbre de apuntar las consumiciones a tiza en las mesas de madera de la tienda La Lonja de Cádiz y fue autor, entre muchos otros, del famoso tanguillo “Los Duros Antiguos”.